Ante la importancia de esta habilidad, la buena noticia es que el pensamiento crítico se puede ejercitar y entrenar. En otras palabras, esta habilidad del Siglo XXI se puede educar de manera intencional. A continuación te explicaremos cómo.
¿Qué es el pensamiento crítico?
De acuerdo a la publicación de la serie de brief “Habilidades para la vida. Fomentar el pensamiento crítico”, de la Iniciativa de Habilidades del Siglo XXI, “el pensamiento crítico implica evaluar la fortaleza y pertinencia de una afirmación, teoría o idea a través de un proceso de cuestionamiento y toma de perspectiva, lo cual puede o no resultar en una afirmación o teoría posiblemente novedosa.
Más aún, en esta publicación de Stéphan Vincent-Lancrin se argumenta que “no necesariamente (el pensamiento crítico) conduce a una postura original sobre un problema. Sin embargo, típicamente involucra el examen y la evaluación de diferentes posiciones posibles”.
En otras palabras, no se limita a la resolución de problemas después de un proceso reflexivo. También se trata de ser capaz y estar dispuesto a desafiar los supuestos centrales de teorías, paradigmas o conocimientos aceptados.
El “critical thinking” como se conoce en inglés, implica reconocer que otras perspectivas también pueden tener asidero y, por lo tanto, se pueden evaluar posibles fortalezas, debilidades y sesgos de cada argumento o teoría, por más alineados que no estén con lo que pensamos.
Pensar críticamente significa tener la voluntad indesmayable de buscar la verdad y las certezas de la manera más objetiva y ponderada posible a la luz de un ejercicio de la reflexión coherente y consecuente de la realidad forestal. Eso significa ser capaz de reconocer tus propios modelos mentales y los modelos mentales de los otros y estar dispuestos a revisarlos, cuestionarlos, compararlos, contrastarlos, reconstruirlos o rechazarlos si es que encontramos sesgos cognitivos y de percepción que no se condicen con la verdad. Implica tener la capacidad de no dejarse arrastrar por lo que dice la mayoría, la tradición o los medios de comunicación que tienen sus propios intereses. Pensar críticamente es predisponerse a buscar la autonomía de pensamiento y acción y ser capaz de ser genuino. Es una actitud vital para ejercer la ciudadanía plena y especialmente importante cuando las decisiones que deben tomarse afectan a millones de personas más allá de tu propio entorno y afectan a los ecosistemas forestales.
En el desarrollo del pensamiento crítico las preguntas tienen un valor transformador. Muchas veces por cuestiones de estabilidad emocional preferimos quedarnos con nuestras certezas o lo que pensamos que son nuestras certezas. Pero, ¿Estamos seguros de ello? ¿Qué sensaciones, vacíos o angustias nos generan nuestras certezas? Cuando eso sucede aparecen las preguntas con todo su potencial transformador. Entonces, habría que cuestionarse: ¿Qué preguntas nos estamos haciendo?, ¿Qué preguntas no nos queremos hacer? ¿Qué preguntas queremos atar, encerrar o censurar? ¿Qué preguntas tienen sed de respuesta? ¿Qué preguntas están esperando proclamarse a viva voz? Porque es muy cómodo pensar que nos movemos firmes con nuestras creencias y convicciones que nos resulta muy difícil aceptar que navegamos en un mar de incertidumbres. Si cada pregunta merece una respuesta, entonces dejemos que fluyan las preguntas, que florezcan las grandes interrogantes. Pregunto, me contesto, luego me transformo.
El pensamiento crítico en programas de fortalecimiento de capacidades implica desarrollar una actitud filosófica a través de cual no nos contentamos con las primeras impresiones, emociones o respuestas. La indagación permanente, la curiosidad, la capacidad de salirse de la zona de confort, la tolerancia a los errores por la búsqueda de nuevas formas de abordaje de la realidad forestal son actitudes necesarias para hacer los grandes cambios que necesitamos en la gestión forestal sostenible. Se busca que las personas ejerzan sus inteligencias múltiples, se busca que se desplieguen las emociones e intuiciones que generen nuevos sentidos a favor de respuestas que permitan brindar los mejores servicios a los usuarios forestales y mejore nuestra capacidad de asegurar que los procesos y funciones de los bosques beneficien a las generaciones presentes y futuras.
El pensamiento crítico implica el uso de la lógica, el razonamiento y la creatividad para llegar a las conclusiones.
Supuestos utilizados en el pensamiento crítico
- Autoridad. Una afirmación se acepta como verdadera por proceder de alguien a quien se concede crédito por su conocimiento de la materia.
- Correspondencia entre el pensamiento y la realidad. Lo que pensamos será verdadero si al comprobarlo coincide con la realidad empírica. Y como el pensamiento se expresa en el lenguaje, el criterio consiste en establecer la adecuación o correspondencia entre lo que se dice y lo que es. La comprobación experimental es una forma de buscar esta adecuación.
- Coherencia lógica. Es un criterio lógico-matemático, que consiste en comprobar que no existe contradicción entre los enunciados que pertenecen a un mismo sistema y que estos se derivan necesariamente de los axiomas o principios establecidos.
- Utilidad. Un enunciado será verdadero cuando sea beneficioso y útil para nosotros, cuando nos permita orientarnos en la realidad y avanzar en nuestras investigaciones.
- Evidencia. Es el criterio fundamental. Es evidente lo que se nos presenta como indiscutible, como intuitivamente verdadero, aunque a menudo sea necesario mostrarlo mediante razonamientos. Según las fuentes del conocimiento, si atendemos a su origen, podemos encontrar dos tipos de evidencia racional. Atendiendo a la razón se han considerado evidentes los primeros principios como el de identidad (A es A) o el de no contradicción(no es posible al mismo tiempo A y no A), y atendiendo a la sensibilidad son evidentes los datos de los sentidos, por lo que hablaremos de evidencia racional o evidencia sensible.
- Subjetividad. Para que algo sea admitido como verdadero ha de ser aceptable para cualquier sujeto racional. Este criterio se basa en la idea de que el conocimiento es compatible por todos, no exclusivo de una persona en particular. Aunque es cierto que un solo investigador puede defender la evidencia de una hipótesis científica, si esta no es aceptable públicamente por la comunidad no podrá ser admitida como verdadera. La verdad no es algo privado, sino que requiere del consenso de la comunidad. La verdad exige consenso en el sentido de que no es algo misterioso que esté reservado a unos pocos o que sólo unos pocos puedan alcanzar. La verdad, para serlo, ha de poder ser comunicada y comprendida por todos.
¿Cuál es la importancia del pensamiento crítico?
El pensamiento crítico es una habilidad que tiene aplicaciones en prácticamente todos los aspectos de la vida cotidiana. Puede ayudarte a tomar mejores decisiones, mejorar la empleabilidad y entender mejor el mundo. Es decir, el pensamiento crítico es una habilidad fundamental para ser un ciudadano del siglo XXI.
¿Para qué sirve el pensamiento crítico?
El pensamiento crítico tiene diversas funcionalidades en la vida cotidiana, ya sea en el cumplimiento de las obligaciones profesionales o en el desenvolvimiento de las actividades personales. Pensar críticamente sirve para:
- Tomar buenas decisiones: es importante como ejercicio para analizar y evaluar las fuentes de información en función de su veracidad, relevancia, y fundamentación, lo que deriva una mejor toma de decisiones. Preguntar o cuestionar primero, antes de aceptar las cosas tal cual parecen ser, así como formar tu propio juicio a partir de los hechos, la información y el conocimiento disponible.
- Resolver problemas: utilizar la lógica y la razón para analizar y deconstruir problemas, así como elegir las mejores soluciones considerando las debilidades y fortalezas de cada solución alternativa.
- Promueve la creatividad: esta es una de las principales características del pensamiento crítico y está asociada al punto anterior, al cuestionar los hechos, teorías o conceptos, se abre también el espacio de gran utilidad para el desarrollo de nuevas soluciones a los problemas.
- Mejorar la empleabilidad: sobre todo en la era digital, en que muchos trabajos están siendo automatizados, existe consenso en que tanto el pensamiento crítico como la creatividad son dos habilidades fundamentales para mejorar las perspectivas laborales de las personas.
- Ciudadanía digital y global: El pensamiento crítico desempeña un papel en el bienestar individual, pero sobre todo se lo considera un pilar esencial del funcionamiento de las democracias modernas.
La capacidad de emitir una opinión independiente y bien fundamentada para votar, y sopesar la calidad de los argumentos presentados en los medios de comunicación y otras fuentes de información.
Además, en momentos en que la desinformación, las falacias y las fake news pueden ser un problema para los sistemas democráticos, el pensamiento crítico ayuda a evitar la propagación de información falsa y contribuye en las comunidades digitales y redes sociales con un contenido verificado, respetuoso, y ético.
4 pasos para ejercitar el pensamiento crítico
De acuerdo a la publicación sobre pensamiento crítico, existen cuatro procesos cognitivos clave involucrados en el ejercicio del pensamiento crítico:
1. Indagar
Determinar y comprender el problema es una primera dimensión importante de un proceso inquisitivo de pensamiento crítico. Esto a veces incluye preguntarse por qué el problema está planteado de cierta manera, examinar si las soluciones o afirmaciones asociadas pueden basarse en hechos o razonamientos inexactos, e identificar las brechas de conocimiento.
Este proceso de indagación concierne en parte al pensamiento racional (verificar hechos, observar, analizar el razonamiento), pero incluye una dimensión más ‘crítica’ cuando se trata de identificar las posibles limitaciones de la solución y cuestionar algunos de los supuestos e interpretaciones subyacentes, incluso cuando los hechos son precisos.
2. Imaginar
En el pensamiento crítico, la imaginación juega un papel importante como elaboración mental de una idea, pero todo pensamiento involucra cierto nivel de imaginación.
A un nivel superior, la imaginación también consiste en identificar y revisar visiones del mundo y teorías alternativas o competitivas con mente abierta para considerar el problema desde múltiples perspectivas.
Esto permite una mejor identificación de las fortalezas y debilidades de las evidencias, argumentos y supuestos propuestos, aunque esta evaluación también pertenece al proceso inquisitivo.
3. Crear
El producto del pensamiento crítico es la posición o solución de uno frente a un problema o juicio sobre las posiciones o soluciones de otros. Esto implica principalmente una buena inferencia, un equilibrio entre las diferentes formas de mirar el problema, y, por lo tanto, el reconocimiento de sus posibles complejidades.
Como con cualquier buen pensamiento, el pensamiento crítico implica la capacidad de argumentar y justificar la propia posición de manera racional, con información relevante, de acuerdo con perspectivas existentes y formas socialmente reconocidas de razonamiento, o posiblemente algunas nuevas.
4. Reflexionar o evaluar
Finalmente, a pesar de que uno puede considerar que su posición o forma de pensar es superior a algunas alternativas, quizás porque abarca una visión más amplia o está mejor respaldada por la evidencia existente, el pensamiento crítico implica algún proceso de autorreflexión sobre la perspectiva que uno respalda, sus posibles limitaciones e incertidumbres.
Por lo tanto, este tipo de pensamiento implica cierto nivel de humildad, pues el proceso mental de pensar de forma crítica también supone apertura a otras ideas competitivas. Si bien no hay que adoptar el escepticismo antiguo y suspender el juicio en todos los casos, a veces esta puede ser la posición más apropiada.
¿Cómo ser un pensador crítico?
Es claro que ser un pensador crítico trae enormes beneficios que van más allá del ámbito laboral. También es bueno para el desarrollo personal y la vida diaria en comunidad. Entonces, ¿cómo conseguirlo?
Para ser un pensador crítico hay que ejercitar otros hábitos y habilidades, como fomentar la curiosidad, cuestionar lo que está establecido, mejorar habilidades de análisis y comunicación, mantener la autodisciplina y estar alerta a los sesgos cognitivos.
Repasemos algunas de las habilidades clave que adquieren los grandes pensadores críticos:
- Identificar y determinar las relaciones entre variables, incluida la identificación de variables, prueba de hipótesis y control de covariables.
- Dominar el pensamiento sistémico y razonamiento científico.
- Comprender las relaciones sociales, naturales y tecnológicas subyacentes en un sistema.
- Ejercitar la alfabetización informacional, lo que incluye la comprensión de los datos, encontrar y obtener datos, leer, interpretar y evaluar datos, manejo de datos.
- Evitar los sesgos cognitivos, es decir, considerar toda la información disponible, no solo la que se alinea con tu punto de vista.
- Ser capaz de crear una estrategia, teoría, método o argumento basado en una síntesis de evidencia.
- Crear un argumento que vaya más allá de la información disponible.
- Pensamiento computacional: por ejemplo, las abstracciones y generalizaciones de patrones, descomposición estructurada del problema, pensamiento iterativo.
- Ser capaz de criticar un producto de trabajo con respecto a su credibilidad, relevancia y sesgo utilizando un conjunto de estándares o un marco específico.
Estas actividades para fomentar el pensamiento crítico pueden ser impulsadas en el hogar, en la escuela o de manera individual.
Enseñando el pensamiento crítico
Aunque los sistemas educativos no suelen tener una asignatura específicamente dedicada al desarrollo del pensamiento crítico, esta competencia puede ser desarrollada como parte de otros aprendizajes. Por eso, la publicación “Habilidades para la vida: fomentar el pensamiento crítico” desarrolla algunas estrategias para enseñar esta habilidad en las escuelas.
Sugerencias para incluir el pensamiento crítico en la educación
- Usar rúbricas conceptuales que clarifiquen las habilidades involucradas.
- Incluir el pensamiento crítico como objetivo de aprendizaje en los planes de clases.
- Proveer a los estudiantes tareas y problemas que los incentiven a cuestionar desde sus habilidades cognitivas, supuestos y explorar múltiples perspectivas.
- Generar un ambiente en el que los estudiantes se sientan seguros de correr riesgos de expresar el pensamiento propio y expresiones surgidas de su racionamiento.
- Evaluar el pensamiento crítico incluyéndolo en exámenes y evaluaciones nacionales.
Fomentando estas estrategias en todos los niveles educativos, se puede preparar mejor a los estudiantes para el futuro con habilidades de pensamiento crítico y mejorar la calidad de su educación.
CÓMO APLICAR EL PENSAMIENTO CRÍTICO
Desconfiar de las redes sociales
No todo lo que encontramos en las redes sociales se corresponde con la realidad. Es más, en estas plataformas abundan los bulos, la desinformación y los perfiles falsos. En una era hiperconectada y en la que cualquier vídeo, foto o titular se puede hacer viral en segundos, debemos prestar especial atención a la credibilidad de las informaciones que se publican en las redes sociales y contrastar, siempre que podamos, los datos y afirmaciones que aparecen en ellas.
No creer todo lo que cuentan las empresas
Al igual que pasa con las noticias o los mensajes que vemos en las redes sociales, también se debe desconfiar de las marcas. Muchas de ellas (a veces como parte de sus estrategias publicitarias) emiten mensajes confusos, engañosos o con medias verdades que los ciudadanos debemos detectar.
Mantener la mente abierta
Hay personas que tienden a pensar que están en posesión de la verdad absoluta y, aunque no sean expertos en un tema determinado, se lanzan a defender sus ideas como si lo fueran.
No obstante, si se aplicara el pensamiento crítico en esta situación, estas personas escucharían otros puntos de vista, otros enfoques y otras opiniones. Así, este tipo de actitudes y pensamientos son una muestra de respeto hacia el otro y hacen que nos replanteemos nuestras propias convicciones.
Asumir el derecho a cambiar de opinión
Una de las consecuencias de poner en duda nuestras creencias es que podemos ver sus fallos, sus incoherencias o los valores que no encajan con nosotros. Por esta razón, eliminar barreras y pensar sin prejuicios pueden dar pie a cambios de opinión a los que debemos mostrarnos abiertos.
Evaluar sin prejuicios
En el ámbito laboral, por poner uno de tantos ejemplos, el pensamiento crítico es fundamental para evaluar cualquier propuesta sin prejuicios. Ya sea el CV de un candidato o el borrador de un proyecto, debemos desprendernos de las ideas preconcebidas que nos impone la sociedad y valorar la propuesta en función de los criterios profesionales que consideremos necesarios.
Ser consciente de tu estado de ánimo
A la hora de tomar decisiones importantes, es necesario tener la mente despejada y un estado físico y anímico adecuado, libre de estrés, tristeza, ansiedad y otras sensaciones. De lo contrario, no se puede pensar con lucidez.
Uno de los ejemplos más claros de pensamiento crítico es cuando una persona debe decidir entre usar el coche o no estando cansado o ebrio: en este caso, hacer uso del pensamiento crítico significa pararse a pensar si la capacidad de reacción o las habilidades visuales son las adecuadas para conducir.
Quince ejemplos de pensamiento crítico en la vida cotidiana
- Una persona que conscientemente desecha toda la comida chatarra cuando empieza una dieta para canalizar su fuerza de voluntad hacia el ejercicio en lugar de pensar en bocadillos deliciosos.
- La misma persona que está a dieta no entra al restaurante cuando se aloja en un hotel con buffet todo incluido. En cambio, le pide a su pareja o amigo que le prepare una ensalada.
- Una persona que desinstala la aplicación de redes sociales de su teléfono y deja de seguir a todos en línea para evitar que las redes sociales consuman la mayor parte de su tiempo diariamente.
- Una persona que coloca materiales educativos en el centro de su sala de estar para ayudar a su hijo a aprender cosas en lugar de jugar todo el día.
- Una persona que programa correos electrónicos para enviar a sus amigos para asegurarse de mantenerse en contacto con ellos incluso cuando está ocupado en el trabajo.
- Una persona que lleva un libro consigo para poder leer mientras espera en la fila, en lugar de ahogarse en actualizaciones de estado de personas que no conoce.
- Una persona que registra sus logros crea una biblioteca de buenos comentarios que puede consultar cuando finalmente le llegan los fracasos.
- Una persona que lleva un diario de ideas donde registra ideas y pensamientos aleatorios porque sabe que a) los necesitará en algún momento; b) olvidamos las cosas ultrarrápido .
- Una persona que se compara no con la persona más productiva del planeta ni con el hombre más rico de Hollywood, sino consigo misma ayer. Esta persona sabe que comparar su rendimiento laboral y su gestión financiera con su desempeño de hace un año o un día resulta más alentador que la alternativa.
- Una persona que programa –y protege– tiempo diariamente para aprender y estudiar cosas nuevas porque es muy consciente de que el mundo está en constante avance y que uno puede mantenerse a la vanguardia sólo si uno mismo aprende continuamente.
- Una persona que no se centra en objetivos (como perder 7 kilos), sino en sistemas (como ser una persona sana).
- Una persona consciente de que no puede lograrlo todo ni complacer a todos. Por lo tanto, se centra en destacar en una sola cosa, manteniendo un círculo de amigos cercano.
- Una persona que no solo planea para lo peor, sino que también da cabida a lo terrible porque sabe que el futuro siempre es completamente incierto e impredecible.
- Una persona que duda antes de responder cuando la atacan verbalmente. Sabe que las emociones pueden ser malas consejeras, y espera a que la lógica y la razón las reemplacen.
- Una persona que trabaja incluso cuando no tiene ganas. Sabe que esa es la principal diferencia entre aficionados y profesionales : los aficionados se detienen incluso ante el más mínimo obstáculo, mientras que los profesionales entienden que los obstáculos forman parte del proceso de alcanzar la grandeza.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/
https://www.servindi.org/
https://blogs.iadb.org/
https://durmonski.com/
https://www.esic.edu/